Hades, el dios del inframundo

Su nombre Hades significa "el invisible" pero es más conocido por el sobrenombre de Plutón (el rico). Es el dios de las profundidades subterráneas y de los muertos: el dios de los Infiernos.

iconografía. Como dios se soberano va asociado al trono y el cetro. En la iconografía le suele acompañar su esposa Perséfone (Proserpina). En su faceta de dios de los infiernos se le asocia con el Can Cerbero, perro con tres cabezas y portero de los mismos. Como dios de la riqueza de la tierra, se le representa con una cornucopia (cuerno de la abundancia). Otros atributos son la corona de ébano, el bidente, el casco de la invisibilidad y el carro de caballos negros.

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El reino de los muertos 

El pensamiento mítico griego expone cómo sobre los hombres actúan de forma parecida, aunque con efectos completamente distintos, dos hermanos: Hipno (el Sueño), y Tánato (la Muerte), personaje masculino.

Los Infiernos. Cuando Tánato vence, su víctima es trasladada por Hermes al mundo subterráneo, situado en el Extremo Occidente y separado del mundo de los vivos por las aguas del río Aqueronte, un brazo de la laguna Estige.

Para poder atravesar este río, los difuntos, una vez sepultados, debían pagar una moneda, que sus parientes les solían colocar en la boca, a un anciano y escuálido barquero llamado Caronte. Al llegar la fúnebre comitiva al otro lado, aparecía la puerta del Infierno custodiada por un perro de tres cabezas, de cuya parte posterior surgía una maraña de serpientes. Su nombre era Cerbero y dejaba entrar a todos, pero a nadie permitía la salida. En una sola ocasión abandonó su puesto: al ser capturado por Heracles en el último trabajo del héroe.

Traspasados los umbrales del Infierno, había una gran sala donde un tribunal de jueces, formado por Minos, Eaco y Radamantis, pronunciaba la sentencia correspondiente: los justos y piadosos eran enviados al Elisio o Campos Elisios, lugar de bienaventuranza en el que residían los héroes, mientras que los impíos y criminales eran precipitados sobre el Tártaro, donde sufrían la condena impuesta. Era éste un mundo de oscuridad por el que vagaban las sombras de los muertos sometidas a tormentos horribles. Allí estaban los grandes criminales y también los pequeños pecadores.En aquellos parajes el castigo era eterno, como eterno era el premio en el Elisio para los bienaventurados:

  • Tántalo, que está condenado a pasar hambre y sed perpetua a pesar de estar rodeado de agua y árboles frutales. Su culpa fue haber dado a comer su propio hijo (Pélope) a los dioses.

  • Sísifo, que se ve obligado a subir eternamente un pesado peñasco por una prolongada pendiente. Cuando consigue llegar hasta arriba, la piedra vuelve a caer. SE quiso burlar de la propia muerte y del mismísimo Hades.

  • Ixión, que por su atrevimiento gira constantemente amarrado a una rueda de fuego. Su atrevimiento fue yacer con una nube creyendo que era la diosa Hera.

  • Ticio, que a modo de Prometeo un buitre le roe eternamente las entrañas. Apolo y Ärtemis le dieron muerte por haber intentado violar a Leto, la madre de aquellos.

  • Las Danaides: su castigo consiste en intentar llenar unos cántaros sin fondo. Habían dado muerte a sus esposos.

En el reparto del gobierno divino, tras la entronización de Zeus, le correspondió a su hermano Hades el dominio exclusivo del mundo subterráneo. En alguna parte del reino de las sombras tenía Hades su palacio, al que nadie, salvo el dios y más tarde su esposa, tenía acceso. Hades era un dios barbado y tenebroso, pero justo; no era la muerte, sino el rey de los muertos. Sus funciones le tenían tan ocupado que rara vez salía de su territorio para ir al Olimpo. Quizás por eso no suele incluirsele en la lista de los dioses olímpicos.

Los mitos más célebres relacionados con Hades son :

  • El rapto de Perséfone

  • Orfeo y Eurídice

El rapto de Perséfone

El rapto de Perséfone, también llamada Core (la Muchacha), constituye un hecho importante en el mito de este dios. Hija única de Zeus y Deméter, Perséfone era una bella joven que gozaba del perfume de las flores cogidas en primavera. Hades, como los demás dioses, pretendía tener una esposa, pero temía que la elegida no accediese a residir en el oscuro lugar donde él moraba. Por eso, con el consentimiento de Zeus, tramó y llevó a cabo el rapto de Perséfone. Un día en que la joven estaba embelesada contemplando los narcisos floridos de una pradera, Hades hizo brotar del suelo una flor muy hermosa, que en seguida atrajo la atención de Perséfone. Cuando ésta fue a cogerla, se abrió en aquel lugar una enorme sima y apareció Hades, tomó a la joven y la llevó Consigo a su palacio.

Ante la desaparición de su hija, Deméter salió a buscarla, y era tal su dolor que producía el agostamiento y la esterilidad de los campos. El Sol reveló el rapto de Perséfone a la diosa y ésta se negó a regresar al Olimpo sin ver a su hija. Finalmente, intervino el propio Zeus: por medio de Hermes ordenó a Hades la devolución de la joven, a lo que el rey de los muertos accedió, no sin antes conseguir que su amada comiese unas pepitas de un fruto del Infierno, la granada, seguro de que semejante alimento la haría regresar.

Con la vuelta de Perséfone, Deméter vio aliviado su dolor y la fertilidad volvió a la tierra. Pero la joven diosa, a causa del fruto comido, tuvo que regresar al mundo de las sombras, del que sería nombrada reina suprema junto a su esposo Hades. Las renovadas súplicas de Deméter movieron a Zeus a proponer al dios de los muertos un compromiso que éste aceptó: durante una época del año se quedaría sin su esposa, que regresaba al lado de su madre. Así, con el retorno cíclico de la reina del Infierno, la vida volvía a renacer en la Naturaleza, y el propio Hades simultaneó con su nombre el de Plutón, es decir, el rico, el que da la riqueza a los mortales.

Orfeo y Eurídice

El músico. Orfeo era hija de Apolo y la musa Calíope y heredó de ellos el gusto por la música. Según los relatos, cuando tocaba su lira, los hombres se reunían para oírlo y hacer descansar su alma. También se cuenta que hasta los animales y las piedras quedaban fascinados por su música. Con sus arte enamoró a la bella Eurídice.

Un matrimonio feliz Orfeo y Eurídice eran muy felices hasta que una víbora acabó con la vida de aquella.

La bajada a los Infiernos. Orfeo, desesperado por la pérdida de su esposa bajó a los Infiernos. Con su música consiguió dormir a Cerbero y ablandar el corazón de Hades: logró que Hades permitiera a Eurídice salir a mundo de los vivos. Hades sólo puso una condición: Eurídice saldría detrás de Orfeo pero éste no podía mirar hacia atrás hasta que Eurídice no hubiera salido completamente de los Infiernos.

El regreso. Orfeo siguió las instrucciones de Hades y cuando ya había salido miró atrás pero Eurídice no había salido completamente: aquella se desvaneció y volvió para siempre a las profundidades subterráneas.

Muerte. Orfeo murió de manera muy cruel unas ménades furiosas le mataron y despedazaron.

pruebx

sdxdec

23.11.2010 00:20
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